Fractura del Escafoides Tarsiano.

¿Qué son el Escafoides Tarsiano del Pie y el Escafoides Accesorio?

☑️ Sobrecarga: El uso excesivo o la sobrecarga repetitiva del pie, especialmente en actividades que implican movimientos de torsión o impacto, pueden desencadenar lesiones por estrés en el escafoides tarsiano o el escafoides accesorio.

☑️ Anomalías anatómicas: La presencia de deformidades congénitas o variaciones anatómicas, como el escafoides accesorio, puede predisponer a ciertas personas a sufrir lesiones en estas estructuras.

☑️ Enfermedades degenerativas: Condiciones como la osteoartritis o la artritis reumatoide pueden afectar la integridad del escafoides tarsiano y contribuir al desarrollo de dolor crónico en el pie.

Tratamiento de las lesiones en el escafoides tarsiano

El tratamiento de las lesiones en el escafoides tarsiano y el escafoides accesorio puede variar dependiendo de la gravedad y la naturaleza específica de la lesión. Algunas opciones de tratamiento incluyen:

✅ Inmovilización: En casos de fracturas o lesiones agudas, puede ser necesario inmovilizar el pie mediante el uso de una bota ortopédica, un yeso o una férula para permitir que el hueso se cure correctamente.

✅ Reposo y reducción de la actividad: Es fundamental dar tiempo al pie para que se recupere adecuadamente, lo que puede implicar reducir o evitar actividades que generen estrés adicional en la zona afectada.

✅ Terapia física: Una vez que la fase aguda de la lesión haya pasado, la terapia física puede desempeñar un papel crucial en la rehabilitación, ayudando a restaurar la fuerza, la flexibilidad y la funcionalidad del pie.

✅ Cirugía: En casos graves o complicados, como fracturas desplazadas o lesiones que no sanan adecuadamente, puede ser necesaria la intervención quirúrgica para estabilizar el hueso y promover la curación.

El tiempo de recuperación y rehabilitación de una lesión en el escafoides tarsiano o el escafoides accesorio puede variar significativamente según la gravedad de la lesión, el tipo de tratamiento recibido y la respuesta individual del paciente. En general, se espera que la recuperación completa tome varias semanas o incluso meses.

Durante este período, es importante seguir las recomendaciones del médico o podólogo, así como participar activamente en el programa de rehabilitación prescrito. Esto puede incluir ejercicios de fortalecimiento, estiramientos, terapia manual y el uso de dispositivos de apoyo como ortesis o plantillas personalizadas.

Con el tratamiento y la rehabilitación adecuados, muchas personas pueden recuperarse por completo de las lesiones en el escafoides tarsiano y el escafoides accesorio, restaurando la función normal del pie y minimizando el riesgo de complicaciones a largo plazo.

Síntomas de la fractura del escafoides tarsiano.

Los síntomas de una fractura en el escafoides tarsiano pueden variar dependiendo de la gravedad de la lesión y de si la fractura es traumática o por estrés. Sin embargo, algunos de los síntomas más comunes que pueden indicar una fractura en el escafoides tarsiano incluyen:

➡️ Dolor en la zona del mediopié: El dolor es uno de los síntomas más prominentes y puede ser constante o aumentar con la actividad. El dolor suele localizarse en la parte interna o medial del pie, en la región donde se encuentra el escafoides tarsiano.

➡️ Hinchazón: La fractura del escafoides tarsiano puede provocar inflamación en el área afectada, lo que puede resultar en hinchazón y sensación de calor en el pie.

➡️ Sensibilidad al tacto: La zona alrededor del escafoides tarsiano puede volverse sensible al tacto, especialmente cuando se aplica presión directa sobre el hueso fracturado.

➡️ Dificultad para caminar: El dolor y la inflamación pueden dificultar la capacidad para apoyar el peso sobre el pie afectado, lo que puede resultar en dificultad para caminar o cojera.

➡️ Limitación del rango de movimiento: En algunos casos, la fractura del escafoides tarsiano puede provocar rigidez o dificultad para mover el pie, especialmente al intentar flexionarlo o extenderlo.

Es importante destacar que en ocasiones las fracturas en el escafoides tarsiano pueden no presentar síntomas evidentes inicialmente, especialmente en fracturas por estrés o fracturas no desplazadas del escafoides tarsiano. Por ello, si se sospecha una fractura en el escafoides tarsiano debido a la presencia de alguno de estos síntomas o a un historial de traumatismo en el pie, es fundamental buscar atención médica para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.

Tratamiento de las fracturas del escafoides tarsiano.

El tratamiento de una fractura en el escafoides tarsiano depende de varios factores, incluyendo la gravedad de la fractura, la ubicación y la estabilidad del fragmento fracturado, así como la actividad y las necesidades individuales del paciente. Algunas opciones de tratamiento comunes incluyen:

✅ Inmovilización: En la mayoría de los casos, especialmente en fracturas no desplazadas o mínimamente desplazadas, el tratamiento inicial implica la inmovilización del pie afectado para permitir que el hueso sane correctamente. Esto generalmente se logra utilizando una bota ortopédica, un yeso o una férula.

✅ Reducción cerrada: En casos de fracturas desplazadas, donde los fragmentos óseos no están alineados correctamente, puede ser necesaria una reducción cerrada. Esto implica manipular los fragmentos fracturados de manera cuidadosa y precisa para realinearlos antes de inmovilizar el pie.

✅ Cirugía: En algunas fracturas más graves o complicadas, como fracturas desplazadas o fracturas que no sanan adecuadamente con el tratamiento conservador, puede ser necesaria la intervención quirúrgica. Durante la cirugía, se pueden utilizar diferentes técnicas, como la fijación interna con tornillos o placas, para estabilizar los fragmentos óseos y facilitar la curación.

✅ Terapia física: Una vez que se retira la inmovilización o después de la cirugía, es posible que se recomiende la terapia física para ayudar en el proceso de rehabilitación. Esto puede incluir ejercicios de fortalecimiento, estiramientos, terapia manual y modalidades de tratamiento como la terapia de ultrasonido o la terapia de ondas de choque.

✅ Seguimiento médico: Es importante realizar un seguimiento regular con un médico o un podólogo para evaluar la progresión de la curación y ajustar el plan de tratamiento según sea necesario. Esto puede incluir radiografías de seguimiento para monitorear el progreso de la fractura y realizar ajustes en el tratamiento según sea necesario.

Imágenes de radiografías de un paciente con espolón calcáneo que fue intervenido con cirugía mínimamente invasiva, lo que reduce el tamaño de las incisiones, minimizando los riesgos de infección y acelerando la recuperación.