El Pie Geriátrico.

Los Pies en la Tercera Edad |
Podología Geriátrica.

Unos pies cuidados y sanos en la tercera edad son sinónimo de calidad de vida.

La tercera edad es una etapa de la vida en la que se presentan diversos cambios en el cuerpo, incluyendo los pies.

La podología geriátrica se enfoca en el estudio y cuidado de los pies de las personas mayores, teniendo en cuenta la importancia de la biomecánica, las enfermedades más comunes en esta etapa y los tratamientos adecuados para mantener la salud y el bienestar en los pies de nuestros mayores.

En este artículo, exploraremos la relevancia de la biomecánica, las enfermedades frecuentes de lo que llamamos el pie geriátrico (pie en la 3ª edad) y brindaremos consejos sobre cómo tratar y cuidar adecuadamente los pies de nuestros seres queridos.

El Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos calcula que el 80% de las personas mayores necesitan los cuidados de un podólogo de manera regular.

Es normal que con los años el pie se desgaste y necesite unos cuidados especiales.

▶️ Por ejemplo, unos de los principales efectos del envejecimiento de los pies es la pérdida paulatina de tejido adiposo que es el potente amortiguador natural que se deteriora con el paso de los años, como lo hace el resto de nuestro cuerpo. Y cuando hablamos de pies, hablamos también de las uñas que también presentan cambios en su estructura y grosor de manera más significativa en esta etapa.

Además, discutiremos los cuidados preventivos esenciales para mantener la salud de los pies en la tercera edad.

Pie geriátrico, pie en la 3ª edad. Importancia de la biomecánica.

La biomecánica juega un papel crucial en el estudio del pie geriátrico o pie en la tercera edad, ya que se centra en el estudio de la estructura y función de los pies y cómo influyen en la marcha y el equilibrio de las personas mayores.

Con el paso del tiempo, los cambios en los pies, como el desgaste del cartílago, la pérdida de elasticidad de los tejidos y la disminución de la fuerza muscular, pueden afectar la biomecánica normal y causar problemas en la marcha. Esto puede llevar a un mayor riesgo de caídas y lesiones.

Un podólogo geriátrico capacitado puede evaluar la biomecánica de los pies y recomendar tratamientos personalizados, como plantillas ortopédicas y ejercicios de fortalecimiento, para mejorar la movilidad y reducir el riesgo de caídas.

Enfermedades frecuentes de los pies en la tercera edad.

En la tercera edad, hay ciertas enfermedades que son más comunes y pueden afectar los pies.

Algunas de ellas:

☑️ Pie geriátrico y artrosis: La artrosis es una enfermedad degenerativa que afecta las articulaciones, incluyendo las de los pies. Puede causar dolor, rigidez y dificultad para caminar.

Los podólogos geriátricos desempeñan un papel fundamental en el diagnóstico y tratamiento de la artrosis en los pies de las personas mayores. Utilizando técnicas avanzadas de evaluación biomecánica, pueden determinar el impacto de la artrosis en la marcha y recomendar tratamientos específicos, como plantillas ortopédicas, terapia física y medicamentos, para aliviar el dolor y mejorar la función de los pies.

☑️ Pie en la 3ª edad y osteoartritis: puede causar dolor, rigidez y dificultad para caminar. Los podólogos geriátricos juegan un papel vital en el diagnóstico y tratamiento de la osteoartritis en los pies de los adultos mayores.

Al utilizar evaluaciones biomecánicas avanzadas, pueden determinar el impacto de la osteoartritis en la marcha y recomendar tratamientos específicos, como dispositivos ortopédicos, fisioterapia y medicamentos, para aliviar el dolor y mejorar la función del pie.

☑️ Pie en personas diabéticas en la tercera edad:  La diabetes puede afectar la circulación sanguínea y la sensibilidad en los pies, lo que aumenta el riesgo de úlceras y lesiones que pueden ser difíciles de sanar. Los podólogos geriátricos desempeñan un papel fundamental en el cuidado de los pies de las personas diabéticas, realizando exámenes regulares, brindando educación sobre cuidados diarios y ofreciendo tratamientos especializados para prevenir complicaciones. Saber más sobre el pie diabético.

☑️ Uñas encarnadas: Las uñas encarnadas son un problema común en la tercera edad debido a cambios en el crecimiento de las uñas y la dificultad para realizar un corte adecuado. Los podólogos geriátricos pueden tratar las uñas encarnadas de manera segura y ofrecer consejos sobre el cuidado de las uñas para prevenir futuros problemas.

☑️ Cambios en las uñas en los pies de las personas mayores: En esta etapa de la vida, las uñas suelen aparecer aparecer engrosadas y a la vez, más débiles y vulnerables a cambios e infecciones.

☑️ Hiperqueratosis: Cambios en la piel como sequedad, falta de elasticidad que pueden ser molestos y dolorosos, sobre todo a la hora de calzarse y caminar

☑️ Deformidades: Pérdida de la musculatura del pie, la atrofia, son causas de molestia también. Las deformidades de los pies, como juanetes (Hallux valgus) y dedos en martillo, se observan con frecuencia en los ancianos. Estas deformidades pueden causar dolor, dificultades para caminar y aumentar el riesgo de úlceras y lesiones. Los podólogos geriátricos pueden evaluar estas deformidades y recomendar tratamientos conservadores, como ortesis y calzado especializado. En casos severos, se pueden sugerir intervenciones quirúrgicas para corregir las deformidades y mejorar la función del pie.

☑️ Pie geriátrico: Los cambios en la movilidad en general de nuestros pacientes geriátricos hacen que la distancia de sus pasos sea menor, así como la velocidad y, por lo tanto, el equilibrio. Para mejorarlo, se pueden utilizar unas plantillas personalizadas.

Pie geriátrico. Objetivos del cuidado podológico en el anciano.

En la atención preventiva para el mantenimiento de la salud de los pies en los ancianos, además de los tratamientos específicos para enfermedades comunes, la implementación de medidas de cuidado preventivo es fundamental para mantener la salud de los pies en las personas mayores.

Las estrategias de atención preventiva son cruciales y deben tener como objetivo:

– Mantener la función normal de los pies intentado frenar o limitar la invalidez que resta calidad de vida e independencia de nuestros mayores

– Prevención de complicaciones podológicas que a veces pueden llegar a requerir de tratamientos quirúrgicos

– Aumentar el bienestar de las personas mayores eliminando el esfuerzo y malestar que les provocan las molestias, dolores e invalidez

– Disminuir, gracias a la prevención, las posibilidades de hospitalización

– En definitiva, garantizar que nuestros mayores sigan teniendo una vida activa de calidad.

Tratamiento y cuidado de los pies en la 3ª edad.

El cuidado adecuado de los pies en la tercera edad es fundamental para mantener la movilidad y prevenir complicaciones. Aquí hay algunas recomendaciones:

*️⃣ Mantén los pies limpios y secos: Lava los pies con agua tibia y jabón suave, asegurándote de secarlos cuidadosamente, especialmente entre los dedos. Mantener los pies limpios y secos ayuda a prevenir infecciones fúngicas y bacterianas.

*️⃣ Hidratación adecuada: Aplica una crema hidratante suave en los pies para mantener la piel flexible y prevenir la sequedad y las grietas.

*️⃣ Corte de uñas adecuado: Siempre corta las uñas rectas y evita cortar demasiado cerca de la piel para prevenir las uñas encarnadas. Si tienes dificultades para hacerlo, acude a un podólogo geriátrico para que realice el corte de uñas de manera segura.

*️⃣ Calzado adecuado: Utiliza zapatos cómodos que brinden suficiente soporte y amortiguación. Evita los zapatos estrechos o de tacón alto, ya que pueden causar molestias y dificultar la movilidad.

*️⃣ Mantén una actividad física regular: La actividad física regular, como caminar, puede mejorar la circulación sanguínea en los pies y fortalecer los músculos y ligamentos.

*️⃣ Realiza ejercicios de fortalecimiento: Consulta con un podólogo geriátrico o fisioterapeuta para recibir recomendaciones de ejercicios específicos que ayuden a fortalecer los pies y mejorar la movilidad.

*️⃣ Examen podológico regular: Programa visitas regulares a un podólogo geriátrico para realizar revisiones y evaluaciones periódicas de los pies. Estos exámenes pueden ayudar a detectar problemas en etapas tempranas y prevenir complicaciones futuras.