Tratamiento del Heloma Interdigital.

 

Vallpie, tu especialista en podología en Valladolid.

¿Qué opciones de tratamiento del heloma interdigital hay?

Las opciones de tratamiento de los helomas interdigitales, también llamados ojos de gallo o callos interdigitales, son esenciales cuando se trata de proporcionar alivio y evitar más molestias, que producen estas callosidades dolorosas que aparecen en los dedos o entre los dedos de los pies.

Hay varios enfoques que los individuos pueden considerar al abordar estos callos dolorosos en los pies.

▶️ Almohadillas o cojines para los ojos de gallo. Son de venta libre y pueden ayudar a disminuir la presión y la fricción en la zona afectada. Estas almohadillas suelen contener ácido salicílico, que ayuda a ablandar el callo y a acelerar su eliminación.

▶️ No se recomienda en absoluto el tratamiento del heloma interdigital mediante la aplicación de cremas o pomadas tópicas con urea para ayudar a reducir el tamaño del callo o callicidas..

▶️ Uso de separadores o punteras de silicona en los dedos puede ayudar a evitar la fricción y la presión en la zona afectada.

▶️ Los remedios caseros deben utilizarse como complemento de un tratamiento médico adecuado y no como única solución a los helomas interdigitales.

▶️ En casos más extremos, o cuando los tratamientos conservadores no dan resultado, puede ser necesario consultar a un podólogo para que realice una cirugía de extirpación del heloma interdigital, que consiste en extirpar el callo y el tejido circundante. Esta cirugía, además de no ser complicada, no resulta dolorosa.

Es importante hablar con un profesional sanitario antes de intentar autotratarse para garantizar el diagnóstico correcto y las opciones adecuadas de tratamiento para los ojos de gallo.

Además de las soluciones de tratamiento, es importante reconocer y abordar las causas de los helomas interdigitales (uso del calzado inapropiado y compresivo, por una desviación de las falanges de los dedos…) para poner remedio a la causa y evitar que vuelvan a aparecer.

Tratamiento y prevención del heloma interdigital
Tratamiento del heloma interdigital

Prevenir, mejor que tratar el heloma interdigital.

La mejor manera de mantener a raya y prevenir los ojos de gallo es ser proactivo en la protección de los pies.

▶️ Tomar las medidas necesarias para preservar la salud e higiene de los pies puede ayudar mucho a evitar molestias e inconvenientes.

▶️ Lavar rutinariamente los pies con jabón suave y agua templada, secarlos bien e hidratarlos son elementos importantes de la prevención.

▶️ Además, el uso de calzado adecuado que proporcione el soporte y la amortiguación adecuados puede ayudar a reducir la formación de callos. El calzado debe ajustarse bien y no ejercer demasiada presión sobre ninguna zona concreta del pie. Optar por zapatos cómodos hechos de materiales transpirables puede ayudar a mantener al mínimo la humedad y la fricción, dos factores que pueden causar callos interdigitales.

Síntomas del ojo de gallo o heloma interdigital

Para no tener que tratar los ojos de gallo, además del cuidado adecuado de los pies, también es importante ser consciente de ciertos hábitos y actividades que pueden aumentar el riesgo de aparición de los ojos de gallo.

▶️ Evitar los movimientos repetitivos, como permanecer de pie durante mucho tiempo o caminar sobre superficies duras.

▶️ Revisarse los pies con regularidad para detectar cualquier signo de enrojecimiento, irritación o ampollas puede ayudarle a detectar a tiempo cualquier problema potencial y tomar medidas.

▶️ Exfoliar suavemente la piel de los pies con una piedra pómez o una lima para pies puede ayudar a eliminar las células muertas de la piel y reducir el riesgo de aparición de callos interdigitales.

▶️ Aplicar cremas hidratantes o emolientes en los pies, sobre todo en las zonas propensas a los callos, puede mantener la piel suave y flexible.

▶️ Invertir en almohadillas protectoras o punteras de silicona también puede proporcionar una capa adicional de amortiguación y ayudar a prevenir y no tener que tratar los ojos de gallo.

Resultados de la cirugía en un paciente con ojo de gallo.

Realizamos la cirugía de un paciente con ojo de gallo en el 5º dedo del pie.

⇒ la intervención quirúrgica se realizó bajo anestesia local,
⇒ el paciente caminaba inmediatamente tras la cirugía.
⇒ procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo,
⇒ tiempo de recuperación de 12 a 15 días,
⇒ reincorporación a las actividades cotidianas rápidamente.

Imagen prequirúrgica para eliminación definitiva para heloma dorsal 5º dedoImagen de resultados de la cirugía definitiva para heloma dorsal 5º dedo

Procedimientos quirúrgicos.

Dependiendo de la causa del heloma, los procedimientos quirúrgicos pueden incluir:

  • Eliminación del heloma: Eliminación del tejido queratósico afectado.
  • Cirugía correctiva de la deformidad: Corrección de las deformidades óseas (dedos en martillo, hallux valgus, etc.).
  • Osteotomías: Realineación del hueso para reducir la fricción entre los dedos.

¿Cuándo debe operarse un heloma interdigital?

La cirugía para tratar los ojos de gallo se indica en situaciones específicas cuando los tratamientos conservadores no han dado resultados satisfactorios o cuando existen deformidades anatómicas que predisponen a su aparición recurrente. Los casos en los que se considera la cirugía son los siguientes:

  1. Fracaso de los tratamientos conservadores

Cuando las opciones no quirúrgicas, como el uso de calzado adecuado, almohadillas de silicona o protectores interdigitales, cremas queratolíticas y raspado del callo por un podólogo, no logran aliviar los síntomas o prevenir la recurrencia, la cirugía se convierte en una alternativa para solucionar el problema de forma definitiva.

  1. Deformidades estructurales del pie

Las deformidades óseas en los dedos suelen ser una causa común de los ojos de gallo, ya que estas alteraciones provocan roce entre los dedos. En estos casos, la cirugía es necesaria para corregir la deformidad subyacente y evitar que el problema vuelva a ocurrir. Las deformidades más frecuentes incluyen:

  • Dedos en martillo o en garra: Estas deformidades hacen que las articulaciones de los dedos se doblen anormalmente, lo que incrementa la fricción entre los huesos de los dedos adyacentes.
  • Exóstosis ósea: Pequeñas protuberancias o crecimientos óseos que generan presión en los tejidos blandos, contribuyendo a la formación de los ojos de gallo.
  1. Dolor severo o recurrente

Si el ojo de gallo provoca un dolor intenso o recurrente que afecta la calidad de vida del paciente, dificultando caminar o realizar actividades cotidianas, y no se logra controlar con medidas conservadoras, se considera la cirugía para aliviar la molestia de manera duradera.

    Tratamientos y recuperación del heloma interdigital

        4. Complicaciones frecuentes

        En algunos casos, el ojo de gallo puede ocasionar complicaciones como:

        » Infecciones recurrentes: Especialmente en pacientes con enfermedades crónicas como diabetes o problemas circulatorios, donde la fricción constante puede provocar heridas que se infectan fácilmente.
        » Úlceras: Si el ojo de gallo no se trata adecuadamente y persiste la presión, puede dar lugar a la formación de úlceras dolorosas y difíciles de curar, lo que aumenta el riesgo de infección.

        5. Reaparición frecuente del ojo de gallo

        Si, a pesar del tratamiento conservador, el ojo de gallo reaparece con frecuencia y afecta significativamente la vida del paciente, la cirugía puede ser una opción para resolver la causa subyacente y evitar su recurrencia.

        ¿Cuánto dura la recuperación de una cirugía de un ojo de gallo?

        La recuperación de una cirugía para tratar un ojo de gallo (heloma blando interdigital) suele ser relativamente rápida, ya que es un procedimiento menor en la mayoría de los casos.

        Sin embargo, el tiempo de recuperación quirúrgico del heloma interdigital puede variar según el tipo de cirugía realizada y las condiciones individuales del paciente. A continuación se detallan los tiempos aproximados de recuperación y las consideraciones más importantes:

        1. Tiempo estimado de recuperación
        • Procedimientos simples (extirpación del ojo de gallo): En las cirugías que consisten en la eliminación del tejido queratósico afectado sin corrección ósea significativa, el tiempo de recuperación suele ser de 1 a 2 semanas. En este periodo, el paciente puede retomar actividades ligeras, pero se debe evitar una sobrecarga de la zona afectada.
        • Cirugía con corrección ósea: Si la cirugía incluye una corrección de deformidades, como en el caso de dedos en martillo o la eliminación de exóstosis (prominencias óseas), la recuperación puede tardar entre 3 y 6 semanas, dependiendo de la magnitud de la intervención.
        1. Deambulación
        • En la mayoría de los casos, el paciente puede deambular casi de inmediato, aunque con ciertas limitaciones. En intervenciones más simples, el paciente puede caminar utilizando un calzado especial postoperatorio que protege la zona operada, permitiendo una recuperación más cómoda.
        1. Cuidados postoperatorios

        Durante el período de recuperación, es importante seguir las indicaciones del cirujano para asegurar una curación adecuada. Esto puede incluir:

        • Curación de la herida: Mantener la zona limpia y cambiar los vendajes según las indicaciones médicas.
        • Evitar la presión excesiva: Usar un calzado adecuado, espacioso y cómodo, que no cause fricción sobre la zona operada.
        • Control del dolor: Se pueden prescribir analgésicos suaves o antiinflamatorios para controlar el dolor postoperatorio.
        • Reposo relativo: Durante los primeros días, se recomienda limitar la actividad física y descansar con el pie elevado para reducir la hinchazón.
        1. Reincorporación a actividades
        • Actividades cotidianas: En casos de cirugía menor, el paciente puede retomar sus actividades diarias en una o dos semanas, siempre y cuando no haya molestias ni riesgo de comprometer la recuperación.
        • Ejercicio y deporte: Las actividades físicas más intensas, como correr o practicar deportes, deben evitarse hasta que la recuperación esté más avanzada, lo que generalmente ocurre entre las 4 y 6 semanas en cirugías más complejas.
        1. Cicatrización completa

        Aunque el dolor puede disminuir rápidamente, la cicatrización completa del tejido y los huesos (si se realizó corrección ósea) puede tardar entre 4 y 8 semanas. La inflamación residual puede persistir durante algunas semanas adicionales, pero la mayoría de los pacientes ya puede realizar sus actividades habituales con comodidad en este período.

        1. Factores que pueden influir en la recuperación
        • Edad del paciente: Personas mayores pueden tardar más en cicatrizar.
        • Condiciones preexistentes: Pacientes con enfermedades como diabetes o problemas circulatorios pueden tener un proceso de recuperación más lento o con mayor riesgo de complicaciones.
        • Cumplimiento del postoperatorio: Seguir correctamente las indicaciones médicas acelera la recuperación y previene complicaciones.

        En resumen, la recuperación de una cirugía de un ojo de gallo suele durar entre 1 a 2 semanas para procedimientos simples, mientras que las intervenciones más complejas, que implican correcciones óseas, pueden tardar entre 3 y 6 semanas.